Las colecciones de cromos se hacen con el objetivo de terminar la colección. Se busca la completitud. La búsqueda de referencias relativas al trabajo que uno está haciendo quizá no debería seguir el mismo patrón. Para empezar tener referencias que uno no ha leído es como no tenerlas, no sirve de nada (cosa que con los cromos no pasa, es su simple posesión y exhibición lo que tiene valor). Por otro lado la colección de cromos es finita, tiene un número determinado de cromos, y aunque algunos cuesten de encontrar (y se haga uno con muchos “repes” en el intento) es posible terminarla.
En el caso de las referencias no hay definido un criterio de pertenencia a la colección, al menos de forma precisa, con lo que la tarea se vuelve infinita. Por último, hoy en día las referencias (y los propios artículos) están en la red… si uno no es muy ordenado es más fácil volver a localizar un artículo en su fuente original que en tu disco duro (y no digo ya en tu archivador de papel). Eso si, que no se interprete esto como que hay que tirar todos los cromos y no tener nada; es imprescindible dominar el campo en el que uno trabaja, y para eso hay que conocer los grupos que trabajan en ello, los avances relevantes de los últimos tiempos, etc. Es decir, hay que tener una bibliografía relevante del tema. Esa sería la clave, tener una colección relevante, no una colección completa.
Los álbumes de comos en este negocio se llaman "gestores de referencias", bases de datos especialmente diseñadas para que uno vaya colocando allí los artículos que va leyendo, ordenados. Algunos gestores de referencias clásicos son Endnote o RefWorks (del que la UPNA tiene suscripción corporativa). Pero en mi opinión el mundo de los gestores de referencias ha dado un vuelco (para bien) con la aparición de Mendeley (su página, su entrada en Wikipedia). Creo que es un cambio radical porque aúna muchas funciones en una sola herramienta que además es de uso intuitivo. Además de almacenar la referencia, almacena el pdf (si quieres) y puedes leer el pdf en la misma aplicación y añadirle comentarios y "post its digitales". Esas referencias, documentos y comentarios los puedes compartir con compañeros, y tenerlos accesibles en la red (en la nube), con lo que puedes acceder a ellos desde cualquier lugar (incluído el smart-phone o la tableta). Mi recomendación es que os abráis una cuenta en el sistema lo más rápidamente posible. ¿He dicho que es gratis? Sólo si la cantidad de documentos que pretendes tener accesibles en la red es muy grande, hay que pagar por el hosting, pero en la versión gratuita caben un buen montón. No me llevo comisión, ¡¡ me ha apasionado su uso!!
Por cierto, la viñeta es de aquí, un sitio que merece la pena.
En el caso de las referencias no hay definido un criterio de pertenencia a la colección, al menos de forma precisa, con lo que la tarea se vuelve infinita. Por último, hoy en día las referencias (y los propios artículos) están en la red… si uno no es muy ordenado es más fácil volver a localizar un artículo en su fuente original que en tu disco duro (y no digo ya en tu archivador de papel). Eso si, que no se interprete esto como que hay que tirar todos los cromos y no tener nada; es imprescindible dominar el campo en el que uno trabaja, y para eso hay que conocer los grupos que trabajan en ello, los avances relevantes de los últimos tiempos, etc. Es decir, hay que tener una bibliografía relevante del tema. Esa sería la clave, tener una colección relevante, no una colección completa.
Los álbumes de comos en este negocio se llaman "gestores de referencias", bases de datos especialmente diseñadas para que uno vaya colocando allí los artículos que va leyendo, ordenados. Algunos gestores de referencias clásicos son Endnote o RefWorks (del que la UPNA tiene suscripción corporativa). Pero en mi opinión el mundo de los gestores de referencias ha dado un vuelco (para bien) con la aparición de Mendeley (su página, su entrada en Wikipedia). Creo que es un cambio radical porque aúna muchas funciones en una sola herramienta que además es de uso intuitivo. Además de almacenar la referencia, almacena el pdf (si quieres) y puedes leer el pdf en la misma aplicación y añadirle comentarios y "post its digitales". Esas referencias, documentos y comentarios los puedes compartir con compañeros, y tenerlos accesibles en la red (en la nube), con lo que puedes acceder a ellos desde cualquier lugar (incluído el smart-phone o la tableta). Mi recomendación es que os abráis una cuenta en el sistema lo más rápidamente posible. ¿He dicho que es gratis? Sólo si la cantidad de documentos que pretendes tener accesibles en la red es muy grande, hay que pagar por el hosting, pero en la versión gratuita caben un buen montón. No me llevo comisión, ¡¡ me ha apasionado su uso!!
Por cierto, la viñeta es de aquí, un sitio que merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario